Siempre que nos vamos de
vacaciones, una de las cosas que más nos preocupa es el alojamiento, el lugar
en el que relajarse y descansar después de un día ajetreado visitando la
ciudad, y más si cabe en Nueva York, donde las distancias son enormes. El Park
Central es el hotel en el que me alojé la última vez que visité la Gran Manzana.
Está situado en el Midtown de
Manhattan, en la 7th Avenida, haciendo esquina con la calle 56, por lo que su
ubicación es extraordinaria para conocer la ciudad; se encuentra a cinco
minutos caminando de numerosas atracciones turísticas, entre ellas, Times
Square, Central Park, El MOMA, el Edificio Chrysler, etc.. También queda a
pocas manzanas del Distrito de los Teatros o de las conocidas tiendas situadas
en la 5th Avenida.
Para los que no quieran utilizar
el coche en Nueva York es una gran ventaja esta situación estratégica, además,
también se encuentra justo al lado de la parada del metro queda da acceso a las
líneas N, Q, R y W. Como desventaja diré que es un poco ruidoso, pero eso
supongo que pasará en la mayoría de los hoteles de Nueva York, y será otra de
las razones por la que la llaman la ciudad que nunca duerme.
Se trata de un hotel de 3,5
estrellas en un gran edificio, con cerca de 1000 habitaciones y suites. Entre
las instalaciones con las que cuenta cabe destacar su Café New York,
restaurante estilo bistró, el Lobby Lounge, para disfrutar cócteles y
aperitivos, y un total de 1400
m2 para eventos. Para aquellos que se vean con fuerzas
también dispone de un gimnasio privado.
En cuanto a la habitación en la que yo me hospedé, la definiría
como correcta, bastante completa y muy espaciosa pero con un diseño un poco
antiguo para mi gusto. Contaba con un televisor de pantalla plana de 32 pulgadas , teléfono,
caja fuerte electrónica en el armario,
plancha y tabla de planchar.
La cama me pareció muy cómoda,
enorme, el tamaño que allí llaman king-size y con la ropa muy limpia y en
buenas condiciones.
El baño es completo, está bien de
tamaño, aunque su aspecto da un poco a antiguo, más incluso que la habitación. Y en él
se puede encontrar un secador de pelo.
Tiene posibilidad de acceso a
Internet, vía wireless, aunque en mi opinión, su precio es desorbitado, 15 $ la
hora.
El precio del hotel es un poco
elevado, pero si lo cogéis con suficiente antelación, podréis haceros con una
buena oferta, a nosotros nos salió unos 150 euros la noche.
Si vais con coche, no os
preocupéis, el hotel tiene un parking privado, aunque sale un poco caro, algo
más de 40 $ por día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario