Ciudades

TORTUGUERO
Naturaleza Salvaje

Tortuguero está situado en la provincia de Limón, en la costa este de Costa Rica, a orillas del mar Caribe. La zona es de las más lluviosas.




Debe su nombre a que es una zona donde las tortugas acuden a desovar. Sus playas están llenas de nidos de tortuga, es casi imposible andar por ellas sin tropezarse con uno.





Se organizan visitas nocturnas para ver el desove, pero tienes que ir acompañado por un guía, ya que se necesita permiso y las playas están protegidas por vigilantes.

 Es uno de los parques nacionales más grandes del país, con una extensión de más de 30.000 hectáreas terrestres y más de 50.000 marinas.

Yo destacaría sus canales, cuando navegas por ellos, te parecen eternos, te ves envuelto por la naturaleza a un lado y al otro y no ves el fin. Llegas a pensar en cómo salir de allí, porque es tanta la vegetación que hay que no se ve las líneas de las orillas, las plantas se meten en el agua y sabes que las orillas del canal están ahí, pero no sabes dónde exactamente.







Se puede visitar la selva, lo cual me pareció una excelente oportunidad para acercarte aun más a la flora y fauna de esta región.

Su fauna es muy abundante y variada, hay más de 150 especies de mamíferos, 400 de aves y más de 50 de peces.








Me llamaron la atención los monos, hay varias especies, como araña, congo y perezoso, entre otros. Ojo, tenéis que tener cuidado porque también hay caimanes y cocodrilos. Pero aplicando el sentido común, no tendréis problemas.



Me pareció impactante, porque los que vivimos en ciudades no tenemos la oportunidad de vivir esa experiencia todos los días, verte tan cerca de tantos animales salvajes no tiene precio.

Se trata de una zona muy lluviosa por lo que os recomiendo que llevéis un buen chubasquero; además también abundan los mosquitos, por lo que antes de ir a la selva es muy conveniente rociarse con un buen repelente, porque si no podéis volver abrasados. Debido a esta lluvia, el color de los ríos es siempre marrón, debido a la gran cantidad de sedimentos que arrastra.





Desde mi punto de vista es una forma diferente de ir de vacaciones, algo que no experimentamos a menudo y que, sin duda, recomiendo.



QUEBEC
Influencia Francesa

La ciudad de Québec está situada al este de Canadá. Es la capital de la provincia del mismo nombre. Fue fundada en el año 1608 y como hecho curioso destacaré que es la única ciudad de Norteamérica que cuenta con una muralla de protección.




Tiene algo más de 500.000 habitantes, se ubica a poco más de 200 kilómetros de Montreal y su Ciudad Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1985.

El recinto amurallado está “presidido” por el Castillo Frontenac; reconvertido hoy en día en hotel y desde el que se puede disfrutar de unas vistas estupendas del río San Lorenzo.





Aunque no tengáis la oportunidad de alojaros en este gran hotel, os aconsejo acercaros a su explanada; las fotografías desde allí son increíbles y cuando llegan los numerosos buques cruceros, tendréis una gran perspectiva de los mismos.

Después de contemplar el maravilloso paisaje, os podréis acercar a la Basílica de Notre Damela Catedral más antigua de América del Norte. Es de estilo neoclásico, os recomiendo que visitéis su interior; a mi me pareció espléndido y muy original.



Otra de las cosas que podéis hacer es impregnaros del ambiente de la ciudad. Para ello, os recomiendo daros una vuelta por la parte baja de la ciudad, pasear por el barrio Petit Champlain.




Se respira un ambiente sano y da gusto ver lo coquetas que son las casas y la decoración de las tiendas. Hay un gran ambiente, te retrotrae un par de siglos; es la zona por excelencia para ir de compras.

Para los amantes del arte, la ciudad ofrece múltiples posibilidades, como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de la Civilización, el Museo de las Ursulinas o el Museo de la América Francesa, entre otros.




Por otro lado, tenéis la posibilidad de realizar algunas excursiones, ya que, en los alrededores de la ciudad se encuentran las Cataratas de Montmorency, con 83 metros de altura o la Basílica de Sainte Anne de Beaupré.







Québec es una ciudad con un encanto especial, con un aire a ciudad antigua, casi medieval, su gente es muy acogedora y todo el conjunto ofrece al turista múltiples posibilidades.

Sin duda, un destino ideal para pasar una semana de vacaciones.





NUEVA YORK
La ciudad que nunca duerme

La ciudad de Nueva York es de sobra conocida en todo el mundo por ser uno de los principales centros mundiales de comercio y finanzas.

Como ya sabréis, la ciudad se encuentra dividida en 5 distritos: BrooklynManhattanQueensBronx  Staten Island. Tien más de 8 millones de habitantes y para los que estamos acostumbrados a ciudades más bien pequeñas, al principio nos parece algo descomunal; luego, a medida que vas descubriendo Estados Unidos, te das cuenta de que sus ciudades principales son así.



Según llegas te sientes anonadado, por no decir intimidado por sus enormes rascacielos. En la ciudad hay más de 4000. Lógicamente, unos más emblemáticos que otros.




Entre los más importantes de la ciudad se encuentra el Empire State Building, situado en el cruce de la calle 34 oeste y la 5ª Avenida, fue terminado en el año 1931, tiene una altura de 443 metros y se ha convertido en el símbolo de la ciudad.





Otro de los edificios destacados es el Chrysler Building, terminado en el año 1930, tiene una altura de 319 metros. Su diseño me pareció de lo más original, está basado en los tapacubos utilizados por los vehículos Chrysler.




Nueva York recibe más de 40 millones de turistas cada año. Yo destacaría entre sus principales atracciones, la Isla de Ellis, mundialmente conocida por ser la puerta de entrada para más de 12 millones de inmigrantes, allí se les inspeccionaba legal y médicamente.




Times Square, entre la 7ª Avenida y Broadway, otro de los símbolos de la ciudad y verdadero icono del consumismo y publicidad luminosa, tiene tantos carteles luminosos que no sabes a cuál mirar, cuando estás allí de noche, casi parece de día.




Considero que cuando se va a Nueva York no se puede dejar de visitar Central Park, uno de los parques urbanos más famosos del mundo. Me pareció enorme; es un rectángulo de 4000 metros de largo por 800 metros de ancho. En él puedes encontrar de todo, incluso un castillo, el Belvedere, lagos y campas donde la gente va de picnic y practica diversos deportes. Es increíble la cantidad de gente que hace footing en el parque.




La Estatua de la Libertad, probablemente el monumento más famoso de Nueva York, regalo de los franceses en el año 1886 para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia; aunque si tengo que ser sincero, me pareció más pequeña de lo que esperaba, aunque desde mi punto de vista, la isla donde se encuentra es el lugar ideal.




Tampoco podéis dejar de visitar la zona de Wall Street; enseguida te das cuenta de que el poder económico está presente en cada esquina. Te da una sensación rara y conocida, ver a todos los ejecutivos andando a toda pastilla, casi corriendo. Podéis aprovechar para visitar Trinity Church, que está justo al lado.







Los amantes del arte tienen a su disposición diversos museos, como el Metropolitano de ArteCarnegie Hall, el Guggenheim, el MOMA o el Museo Americano de Historia Natural, entre otros.



En mi opinión, el medio de transporte ideal para desplazarse por la ciudad es el metro. Tiene más de 1000 kilómetros de vías y se calcula que tiene unos 1500 millones de viajeros cada año.




Con estas dimensiones puede parecer complicado moverse por él, pero nada más lejos de la realidad. En cuanto consigues un plano, te orientas enseguida.

Considero que es un medio de transporte rápido y cómodo y siempre te deja cerca de las atracciones turísticas.

Como es imposible hacer una entrada con todo lo que hay, este es un pequeño resumen de lo que se puede encontrar en esta increíble ciudad. En otras iré contando, de forma individual, más atracciones.

En definitiva, creo que esta ciudad es un destino turístico que debe estar en la agenda de cualquier viajero.





OPATIJA
Ciudad de Vacaciones

La ciudad de Opatija está situada en Istria, en la provincia de Primorje – Gorski Kotar, a unos 200 kilómetros de Zagreb. Su población roza los 15.000 habitantes.

Llegamos a Opatija en autobús desde Split, no es una distancia demasiado larga, pero como las carreteras no son muy buenas, el trayecto se hace un poco pesado, aun así el viaje merece la pena, sólo por disfrutar de esta ciudad.



Me pareció un destino turístico ideal; del estilo de los que podemos encontrar en la costa mediterránea española, pero con más nivel; de hecho, es el lugar de vacaciones de la alta sociedad en el Adriático.





Podemos encontrar numerosos hoteles de lujo, muchos de los cuales son antiguas villas reconvertidas. Todas ellas muy cuidadas, con un estilo elegante que enriquece la ciudad.

Lo que más me gusta de esta localidad es que ofrece al turista muchas posibilidades; no sólo sus playas, las cuales me parecen ideales para pasar el día, sino también por la gran cantidad de bares y restaurantes. Sentarte a tomar algo en alguna de sus terrazas mientras contemplas el mar, no tiene precio. Todas están muy preparadas y ofrecen un nivel medio alto para el turista.



Después de comer o cenar, podéis caminar por el paseo, bordeando la costa, llamado Lungomare, que tiene más de 12 kilómetros de longitud; aunque obviamente, no tenéis que recorrerlos todos.

Además de diversión, ambiente y playa, Opatija ofrece una serie de atracciones para los más exigentes, como la Iglesia de Saint – Jacobla Iglesia de la Anunciación o el Monumento a la Madonna; auténtico símbolo de la ciudad y que os recomiendo que visitéis tanto por el día como por la noche, con su espléndida iluminación se destacan aspectos que por el día pueden pasar desapercibidos.




En definitiva, es la ciudad ideal para pasar unos días relajados, pero a la vez se puede disfrutar de un gran ambiente, que hace que los días no pasen de una manera monótona, sino más bien todo lo contrario.




SAN CARLOS DE BARILOCHE
Cuatro estaciones en un mismo día

La ciudad argentina de San Carlos de Bariloche se encuentra en la provincia de Río Negro. Se trata de la ciudad más grande de los Andes Patagónicos. Tiene una población de 100.000 habitantes. En sus construcciones impera el estilo europeo. Se haya ubicada junto al Parque Nacional Nahuel Huapi.






Dentro de la población encontramos varias atracciones turísticas que merece la pena visitar, como el Centro Cívico, el Edificio de la Municipalidadla Capilla San Eduardo o la Catedral de Bariloche.




Su economía se basa fundamentalmente en el turismo, ya sea en invierno como en verano. Los amantes del esquí tienen a su disposición la estación Cerro Catedral, la más importante de Argentina o el Cerro Otto, este último me parece ideal para practicar esquí de fondo; y aunque no practiquéis este deporte, os aconsejo que vayáis igualmente, porque desde allí podréis disfrutar de unas vistas magníficas.





A los que les guste el chocolate, deciros que éste es el lugar ideal; abundan las tiendas de chocolate. Todas enormes y magníficamente preparadas, yo diría que incluso rozando el lujo; sólo con pasar por delante de ellas te daban ganas de entrar.



Como actividades complementarias os recomiendo la navegación por el lago Nahuel Huapi; disfrutaréis viendo como las gaviotas os persiguen y si cogéis algo de comida, os la tomarán directamente de vuestra mano.






Los que se mareen, no tienen por qué preocuparse, la navegación se hace en catamarán y apenas se mueve.

Uno de los paseos que no os podéis perder es la visita al Bosque de Arrayanes, disfrutaréis de la naturaleza en estado puro; el paisaje os dejará extasiados, solamente por eso merece la pena ir. Los árboles que veréis allí son increíbles.



Los que tengan el bolsillo más desahogado pueden hospedarse en el hotel Llao Llao, todo un lujo, enclavado en un lugar idílico, con un paisaje maravilloso.

Según nos comentó el guía, lo más característico de esta región, es que al visitar las numerosas atracciones, puedes vivir en un mismo día, las 4 estaciones del año. Hecho que sucede en muy pocas partes del mundo.

Con esta visita descubriréis lugares asombrosos llenos de encanto.






PUERTO VIEJO DE TALAMANCA
Pueblo de Rastas

El pueblo de Puerto Viejo de Talamanca está situado en Costa Rica; concretamente en la provincia de Limón. Se ubica en la costa del Océano Atlántico; tiene unas playas maravillosas, con agua cristalina, aunque hay que tener cuidado con las corrientes porque son muy fuertes.





Es un paraíso para los amantes del surf, acude gente de todos los lugares del planeta. Me resultó muy curioso el hecho de que para entrar en la playa tuviéramos que atravesar zonas con vegetación tropical, también tengo que deciros que la arena es muy fina y dorada, pero podíamos encontrar numerosos restos de vegetación, como pequeños palos de madera.





Si creéis que las vacaciones son para relajarse y estar tranquilo, sin lugar a dudas, éste es vuestro destino.

Pero, como no sólo de playa vive el hombre; encontraréis una gran variedad de bares y restaurantes, podemos degustar cualquier tipo de comida, desde la típica de la región, hasta la más internacional. En cuanto a la categoría y precios de los restaurantes también existe un amplio abanico; desde los más asequibles hasta los que requieren el bolsillo bien lleno.





Es un sitio idóneo para disfrutar de la naturaleza; en ese sentido no podéis dejar de visitar el Parque Nacional Cahuita, el Refugio de Vida Salvaje Gandoca Manzanillo la Reserva India Talamanca. Podréis estar en contacto con la naturaleza, atravesando la selva (os recomiendo que lo hagáis con un guía porque hay animales peligrosos que no conocemos), además, se puede practicar snorkeling.






El pueblo tiene un aspecto humilde, rústico. La gente es de lo más abierta, muy cordial; como curiosidad deciros que nunca había visto tanto peinado “Rasta”; cualquiera hubiera dicho que estábamos en Jamaica; o por lo menos, yo lo asocio a este país.




En lo que respecta al alojamiento, tampoco tenéis por qué preocuparos, porque hay innumerables hoteles, unos más rústicos que otros, pero todos con un gran sabor a naturaleza. Todos ellos están integrados en la selva cercana. Allí lo que se lleva es que estén formados por varias casetas individuales, lo que hace que los hoteles sean muy acogedores.






Cuando estás en este pueblo, parece como si hubieras retrocedido unos cuantos años en el tiempo, te olvidas de las modernas infraestructuras que puedes encontrar en las urbes de los países más avanzados; aunque, desde mi punto de vista eso forma parte de su encanto.

Se puede decir que es un pueblo hecho por y para el turismo.




USHUAIA
Los más Sureños

La ciudad de Ushuaia es conocida por ser la ciudad más austral del planeta. Se encuentra a los pies de la cordillera de Los Andes y rodeada por la cadena del Martial, donde se ubica el famoso glaciar.




Es la capital de la provincia de Tierra de Fuego y su población actual roza los 60.000 habitantes. Fue fundada alrededor del año 1880 y a principios del siglo XX se construyó su famoso presidio, que funcionó hasta el año 1947. Como curiosidad, deciros que no tenía muro exterior; simplemente una valla de alambre, aunque la dureza de las condiciones climáticas y el aislamiento geográfico reforzaban su seguridad.

¿Cómo llegar hasta allí?

Se puede ir por carretera, aunque no lo recomiendo porque no es demasiado buena y si no estás acostumbrado a ella, puede ser peligrosa. En mi opinión, la mejor forma de acceder a Ushuaia es el avión, su aeropuerto es muy pequeño, pero tiene la ventaja de que se encuentra a unos 5 minutos en coche de la ciudad.

Os recomiendo que antes de visitar alguna de las numerosas atracciones, os deis una vuelta por la ciudad; no os llevará demasiado porque la zona turística o central está compuesta básicamente por una calle. En ella, podéis encontrar numerosas tiendas, comercios y restaurantes, donde os aconsejo que probéis el cordero fueguino, uno de los platos más típicos de la zona. Desde mi punto de vista, es una ciudad con mucho encanto, ambiente y vida.




Una vez que hayáis conocido y disfrutado de la ciudad, os recomiendo que visitéis las numerosas atracciones que nos ofrece la zona.

Os aconsejo empezar por el Museo del Fin del Mundo, localizado en la Avenida Maipú. En él podemos ver una importante colección de objetos que van recorriendo la historia de la región, desde la época precolombina hasta el siglo XX; además de tener acceso a una gran colección de la fauna autóctona.

Esta visita me pareció de lo más interesante, el recorrido a lo largo de la historia de la región fue fascinante.

También os recomiendo una visita al Tren del Fin del Mundo, su origen está en el tren que llevaba a los presos hasta los campos de trabajo. El recorrido me gustó mucho, el paisaje es impresionante, con las montañas nevadas de fondo; además, hace una parada en un pueblo aborigen que me pareció muy interesante.





Del mismo modo, tenéis que visitar Bahía Lapataia, dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego, es un lugar idílico, con unas vistas que quitan el hipo.





Para terminar, os recomiendo la navegación por el Canal de Beagle; en ella visitaremos, la Isla de los Lobosla Isla de los Pájaros, además del Faro del Fin del Mundo o Faro Les Eclaireurs.

Me resultó una experiencia única e inolvidable; te sientes casi como los antiguos exploradores.











DUBROVNIK
La Perla del Adriático

Dubrovnik es la capital del condado de Dubrovnik – Neretva. Se encuentra a unos 500 kilómetros de Zagreb. Está rodeada por una gran muralla que fue construida en el siglo X, fue restaurada en el siglo XVII; su longitud total es de casi 2 kilómetros, tiene 6 metros de ancho y 25 de altura.

Cuando se construyó, todos los visitantes de la ciudad estaban obligados a pagar una piedra como tributo; de esta manera, contribuyeron a levantar la muralla.





Cogimos el avión en Bilbao, nos dirigimos a Valencia para coger más pasajeros y de allí al aeropuerto de Dubrovnik. Este está situado a poco más de 20 kilómetros de la ciudad. El camino hasta Dubrovnik es una carretera de montaña, llena de curvas, por lo que se tarda más de media hora en llegar.

Su población ronda los 50.000 habitantes y en 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a su gran riqueza artística e histórica.




En mi opinión, es una ciudad muy completa para el turista, es un destino vacacional que tiene de todo: importantes iglesias, palacios o Catedral; pero, además, su oferta gastronómica es muy variada, la ciudad está llena de bares y restaurantes de todo tipo, lo que hace que el ambiente en sus calles sea fenomenal.




Lo primero que os recomiendo es que os deis un paseo por su muralla. Cuesta alrededor de 3 euros, puedes hacerlo a tu ritmo y durante el mismo tienes unas vistas increíbles de la ciudad, tanto de su parte interior como de la exterior; te sorprende ver como muchas casas forman parte de la misma. Ese fue un aspecto que me llamó mucho la atención, te puedes hacer una idea de cómo podía ser la vida por aquel entonces. La muralla es imponente, alta y muy sólida, con razón nunca ha sido conquistada.

A continuación, os aconsejo circular por la calle Placa, es la principal avenida de la ciudad, se llega a ella a través de la puerta Pile; según entramos, lo primero que nos encontramos es la fuente de Onofre en el lado derecho. Probad su agua, porque sale fresca fresca.

Es la calle más transitada de Dubrovnik, por momentos se hace difícil, por no decir imposible transitar por ella; aun así tenéis que llegar al final de la calle, allí encontraréis la Iglesia de San Blas y el Palacio Sponza, dos verdaderas joyas que recomiendo visitar.

En la zona también podéis visitar el monasterio franciscano del siglo XIII; en su interior tiene la farmacia más antigua de Europa.

Al llegar al final de la calle Placa, girando  a la derecha, nos encontramos con la Catedral, de estilo barroco y dividida en 3 naves. Justo antes de llegar hasta ella está situado a la izquierda el Palacio del Rector, que en la actualidad alberga el Museo Histórico Cultural.





Como actividad complementaria, os recomiendo la navegación alrededor de la isla de Lokrum, situada a unos 700 metros de la costa; el trayecto dura menos de una hora y su precio es de 10 euros, a pesar de que creo que es un poco caro, merece la pena hacerlo, ya que es un paseo muy agradable.




Los amantes de la playa también tienen su espacio, aunque no os las imaginéis de arena; aquí lo que más predomina son las piedras.

Se trata de una gran ciudad, llena de vida y con numerosas atracciones turísticas que visitar.



PUERTO MADRYN
Fauna Salvaje

En el recorrido que cualquier turista hace por Argentina, no puede faltar la ciudad de Puerto Madryn.

Esta ciudad está situada en la provincia del Chubut y fue fundada en el año 1865 por emigrantes galeses llegados en el velero Mimosa.




Considero que la manera más cómoda y rápida de llegar hasta ella desde Buenos Aires es el avión; además, también creo que es la más segura, porque por esa zona las carreteras no son muy buenas y predomina, sobre todo, las de ripio; que son mejores que una carretera de monte, pero son caminos que están llenos de piedras pequeñas; de hecho, y como curiosidad, casi todos los autobuses tienen la luna delantera rajada debido al impacto de alguna de estas chinas. Por este motivo, creo que esas “carreteras” solamente son aptas para expertos o para gente que esté muy acostumbrada a viajar por ellas.



Puerto Madryn es una ciudad eminentemente industrial; su principal industria está basada en el sector del aluminio; pero el turismo contribuye en gran medida a aumentar su riqueza, ya que, se encuentra muy cerca de Península Valdés.

¿Qué podemos hacer en esta península?

Lo primero que debemos hacer es dirigirnos hacia Puerto Pirámides; ese es el punto de partida para el “Avistaje de ballenas”.

Te montas en un barco que está varado en la arena de la playa y mediante un curioso sistema empujado por un tractor, introducen el barco en el mar y ……… a navegar.





A mi me pareció bastante chocante, era la primera vez que veía algo así y me resultó bastante ingenioso, cómodo y práctico para el turista porque de esa manera no se moja.

Una vez que llegas al lugar donde se encuentran las ballenas, la vista es increíble, te parece un lugar mágico, en el que puedes ver a las ballenas australes (las únicas en el mundo que expulsan el aire en forma de V) en su hábitat natural. La sensación de paz que te invade es indescriptible; no tiene precio.






UNA ADVERTENCIA: los que os mareáis en barco lo pasaréis mal porque cuando se detiene para contemplar las ballenas, se balancea de una forma exagerada.


Al día siguiente tenéis que ir hasta la pingüinera de Punta Tombo.

Como os imaginaréis lo que se ve allí son pingüinos; y no pocos precisamente, porque hay censados más de dos millones de pingüinos de Magallanes. Miréis donde miréis, no haréis otra cosa que ver pingüinos.

Me pareció algo asombroso; además, todos nos imaginamos a estos animales viviendo sobre el hielo. Pues aquí nada más lejos de la realidad, viven en una llanura y hacen sus nidos  cavando agujeros en el suelo. Este hecho me sorprendió en gran manera porque nunca había pensado que los pingüinos pudieran vivir en ese hábitat.

Están acostumbrados a la presencia del hombre, con lo que os podréis hacer fotos con ellos a menos de un metro de distancia.





Y para completar la visita a es ta zona también pudimos ver unos leones marinos, quedándonos sorprendidos de la diversidad de la fauna.





Yo creo que es una zona ideal para pasar un día de una manera diferente y difícilmente igualable en otra zona del planeta.

Ya de vuelta a Puerto Madryn, podréis disfrutar de la gastronomía de la ciudad en alguno de sus muchos bares y restaurantes.

Para el turista europeo el cambio euro – peso es muy favorable, por lo que comer en cualquiera de ellos será muy barato.

Lo negativo que le veo a esta ciudad, es que todos los días hace viento, lo que hace que en ocasiones resulte desagradable pasear por ella, pero me imagino que sus habitantes ya estarán acostumbrados.

Es un lugar que hay que visitar por las numerosas oportunidades de ocio que nos ofrece.

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